Sin raíces incluso después de cien años

Nombre del libro;

Ética de la permanencia: Social Movements And Land Rights Politics In Pakistan.

Autor;

Mubbashir A. Rizvi

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La agricultura en Pakistán y también en India funciona principalmente mediante el sistema de aparcería. Los arrendatarios trabajan duro para obtener de la tierra un rendimiento suficiente que no sólo les permita subsistir a ellos, sino también al propietario.

A principios del siglo XX, los británicos querían desarrollar un sistema de riego por canales en el Punjab británico para aumentar el rendimiento agrícola. Miles de trabajadores fueron llevados a la parte occidental del Punjab (actual Punjab pakistaní) dándoles esperanzas de trabajo y prosperidad económica.

Los gobernantes británicos crearon las colonias del canal en los distritos de Okara, Sahiwal, Khanewal y Sargodha del Punjab pakistaní, dando esperanzas a los nuevos colonos de que, tras la recuperación de las tierras, serían propietarios. Pero nada de eso ocurrió.

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Cuando se convirtió en tierra cultivable, era la más fértil y producía más de lo que esperaban los amos coloniales británicos. Así que «los amos coloniales extranjeros» renunciaron a su promesa de conceder derechos de propiedad de la tierra a los «nuevos colonos indígenas o colonos del canal». ¡Una ironía sobre otra ironía!

El ejército británico de la India se apoderó de una gran extensión de tierra para la cría de sementales y caballos, que más tarde legó al ejército de Pakistán en 1947.

Antes del cambio de siglo, el general Pervez Musharraf impuso la ley marcial en Pakistán y derogó este sistema centenario de aparcería por una política orientada al mercado de agricultura por contrato.

Tras la introducción del nuevo sistema, el agricultor debía firmar un acuerdo con el comprador para producir un producto concreto en un momento y de una forma determinados para que el comprador lo adquiriera.

Ahora el arrendatario o aparcero sería un arrendatario o trabajador contratado que quedaría a merced del comprador.

El objetivo del gobierno del general Musharraf era elevar el estatus social y económico de estos aparceros, pero se convirtió en uno de los movimientos por la tierra más activos y sólidos del sur de Asia, el Anjuman Mazarin Punjab (AMP).

Este movimiento es el ejemplo vivo de la armonía religiosa y cultural de los arrendatarios musulmanes y cristianos que se resisten a la presión gubernamental y militar para monetizar las tierras de su propiedad reclamando su derecho a estas tierras sobre bases morales, locales y de subsistencia.

El profesor Rizvi señala que desafiar esta forma tradicional y estándar de agricultura abrirá nuevos conflictos y cuestiones para la ya frágil sociedad pakistaní, llenándola aún más de problemas y disputas.